Eso no disturba los dueños del acceso a las cascadas de Poza Reyna, quien te ofrece un baño plastico por tus 30 pesos. O la señora, que te cobra 10 pesos por pasar por su vado hasta la cola de caballo, o el ogro de la Jungla, quien quiere 30 pesos para ver su acceso a la Laguna, o a los mercenarios de los lancheros que te cobran 80 peso en una lancha incomodo para ver culos de monos.
La basilica te pide dejar tus refrendos de oro en sus oficinas, y los gritones y hungaros del Malecon te amanezan si no quieres gastar tu dinero, mientras los hoteleros te cobran por estancias en Cancun, y el alcalde de Catemaco espera que caminas a través de mierda para conseguir tu siguiente autobús.
Cuando vas a volver a Catemaco?
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