Recientemente abrieron la más chica version de una tienda de Walmart en el mundo en Catemaco, conocido como "Mi tienda Aurrera".
Aunque la tienda es extraordinariamente bienvista y necesaria en Catemaco, también es un insulto a esta comunidad.
Wal-Mart entró en miles de comunidades plácidas de los EEUU y destruyó sus centros comerciales con prestaciónes de servicios y precios que los pequeños comerciantes del centro no fueron capaces de igualar.
Walmart se centra en los precios bajos para las necesidades básicas y atrae compradores a sus salas cavernosas para comprar mercancía en los mismos o más altos precios de los comerciantes vecinos.
En Catemaco, la tienda trata de captar compradores pobres con tortillas y bolillos baratos, mientras que golpea con precios más altos a las mercancías en demanda usual. Y muchos de los pobres caminan a pie el kilómetro extra para tomar ventaja de los precios.
Mi preocupación intolerante no es con los compradores de tortilla de 5 pesos, pero si a la fracturación de las pocas oportunidades de compras en Catemaco y Los Tuxtlas.
Han sido solamente unos pocos años para los compradores privilegiados, que Soriana y Aurrerá abrieron sucursales menores en San Andrés y eliminaron los viajes mínimos mensuales a la ciudad de Veracruz para comprar las necesidades habituales.
Las dos cadenas que compiten en San Andrés son tan incompetentes en surtido que por lo general requiere una visita a ambas para llenar una cesta de la compra.
Ahora que hay una versión mini de las dos tiendas en Catemaco, cualquier comprador serio estará en un dilema. ¿Debo comprar en Catemaco donde sólo hay la mitad de la mercancia disponible en San Andrés, o mejor dicho, al diablo con todo, e ir a Veracruz a encontrar por lo menos el 90 % de lo que está disponible en México.