Mientras que en otros municipios de Los Tuxtlas estan reforestando, creando parques de naturaleza y preservando su historia, la ciudad de Catemaco se especializa en la destrucción de sus pocos artefactos históricos, como La Casa del Aleman, el arco de la entrada, el llenado de su último humedal en El Azuzul, y el deterioro de la vista del Malecón, al permitir la construcción de puestos miserables.
Todavía hay una joya en el borde de la ciudad, que los políticos aún tienen que descubrir y destruir.
Desconocido para la mayoría de los habitantes locales, hay una gran isla en el Río Grande de Catemaco, invisible en la actualidad, excepto para intrépidos exploradores de las afueras de Catemaco.