Miles de Catemaqueños abarrotarón el Malecón para observar borrachos y camiones rentados, arrojando comerciales de la cervecería que compró a Catemaco . Y los rabos verdes se quejaron de que no mostraron ni una tanga.
Otra magnifica idea de los niños perdidos del ayuntamiento para preservar las costumbres de Catemaco, como un carnaval sin cultura después de semana santa, mordió el polvo.